Protege la naturaleza, ella te lo devolverá
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José Sánchez Carrique, un experimentado pescador submarino que ha capturado peces extraordinarios.
Para él, la pesca submarina es una pasión, pero también una responsabilidad. Cada inmersión es una oportunidad para capturar peces, pero también para preservar la belleza y la fragilidad de la vida marina recogiendo los desechos que encuentra.
Descubriendo el rape
En las profundidades del mar Mediterráneo, se esconde un depredador misterioso y temible: el rape. Este extraño pez, también conocido como "lotte", se distingue por su capacidad para camuflarse perfectamente en su entorno. Con una amplia boca llena de dientes afilados, el rape es un depredador temible que se alimenta de peces más pequeños.
Su piel escamosa y su color oscuro le permiten fundirse en los fondos marinos rocosos, donde espera pacientemente con una estrategia única para atraer a sus presas: tiene un señuelo luminoso que cuelga sobre su boca.
Este señuelo, compuesto por pequeños órganos bioluminiscentes, atrae a los peces curiosos que creen haber encontrado una presa fácil. Sin embargo, tan pronto como se acercan para inspeccionar el señuelo, el rape se revela y los engulle de un rápido golpe.
Un encuentro inesperado
Durante una inmersión habitual a más de 40 metros bajo la superficie del mar, José se sintió intrigado por un movimiento inusual entre las rocas. Pensando inicialmente que era un desecho, se acercó para recogerlo, pero rápidamente se dio cuenta de que no era un guante de látex abandonado, sino el señuelo de un rape gigante, que de repente abrió su boca y reveló su impresionante tamaño.
Después de un momento de sorpresa y admiración combinadas, José se dio cuenta de que estaba frente a un ejemplar excepcional de este temible depredador de las profundidades. Superando el metro de longitud y pesando más de 34 kilogramos, este rape era mucho más que un simple trofeo de caza.
Una lección de preservación
La pesca de José demuestra cómo la protección de la naturaleza puede llevar a descubrimientos extraordinarios y a una conexión más profunda con el mundo que nos rodea.
