En 1997, después de una carrera en el baloncesto, descubrí el mundo silencioso y sus prácticas subacuáticas. Todo comenzó con la apnea, una verdadera revelación para mí.
Luego, exploré la pesca submarina y, finalmente, el tiro subacuático. Este deporte requiere dominio de la apnea, concentración y precisión en el disparo, lo cual me benefició mucho para la pesca submarina.